limpia de primavera

La primavera es una estación para reverdecer. Con los nuevos aires cargados de polen y las exhalaciones de las flores, nosotros también nos disponemos a crecer y renacer. Estamos listos para sacudirnos el peso de hibernar y el típico detox de primavera no se hace esperar. Esto no es nada nuevo: muchas culturas observan primavera como una ventana de purificación y limpieza, incluyendo ayunos y celebraciones rituales de purificación en su calendario estacional.

Nuestros cuerpos tienen una capacidad asombrosa para desintoxicarse, repararse y revitalizarse. En las condiciones adecuadas, nuestro sistema digestivo —así como todos nuestros procesos fisiológicos— es capaz de restaurarse y las plantas son un poderoso aliado en este proceso. No hace falta tomar medidas drásticas para purificarnos, simplemente hay que darnos un respiro para que nuestro potente sistema depurativo haga lo suyo.

 

auto-purificación…

 

Pero entonces ¿no es mejor solamente seguir “el curso de la naturaleza” sin interferir? Vivimos en un entorno muy alejado del nivel de toxicidad “natural”: estudios reportan que la persona promedio está expuesta a más de 700 sustancias químicas tóxicas al día.

Esto va más allá de lo que voluntariamente elegimos consumir. Por más que cuides tus hábitos en plena consciencia, gran parte de nuestra vida cotidiana incluye la exposición a sustancias químicas nocivas para la salud: desde perfumes hasta productos de limpieza, cosméticos, envases, suministros de agua, utensilios de cocina… eso sin contar la contaminación del aire y las formas de exposición a la radiación (natural y artificial), incluyendo el insidioso electrosmog… en fin, la lista sigue creciendo (no olvidemos que la cifra promedio solamente toma en cuenta sustancias que podemos identificar).

 

Fig 1. Ritmos de inhalación y exhalación terrestres.

Pero no todo está perdido… la naturaleza es sabia y nuestro maravilloso cuerpo humano tiene el mismo potencial autocurativo que descubrieron nuestros antepasados al celebrar 40 días de ayuno ceremonial o tomar baños de hierbas hace miles de años. Si observamos los ritmos naturales para entrar en sincronía, encontraremos pautas muy valiosas para purificarnos y regresar, poco a poco, al equilibrio.

 

emunto… ¿qué?

e m u n t o r i o s

Con la llegada del sol primaveral la tierra hace una gran exhalación, los capullos se abren y así también lo hacen nuestros emuntorios, u órganos de desintoxicación. Los emuntorios son los órganos principales que participan en el proceso de eliminación de toxinas de nuestro organismo. Al abrirse, permiten la salida de sustancias indeseables, desempeñando un papel fundamental en el balance hormonal, el metabolismo de las toxinas y la digestión.

Las principales vías de eliminación de los emuntorios son:

  • hígado: eliminación por bilis

  • intestino: eliminación por heces

  • riñones: eliminación por orina

  • piel: eliminación por sales a través de sudor y sebo

  • pulmones: eliminación por mucosas

 

nuestro hígado solar…

Fig 2. Si vemos nuestros órganos como un sistema solar, el hígado ocupa la posición del sol como centro de purificación.

Intrínsecamente conectado con los órganos que filtran toxinas de nuestro cuerpo —vesícula biliar, riñones, colon, piel…—, el hígado es el centro de nuestro sistema de purificación natural.

En diversas tradiciones de sanación, la primavera es el momento de dar soporte a nuestro hígado y vesícula biliar. No es casualidad que en Medicina Tradicional China se denomine al hígado como regente de la primavera, y como responsable de regular el flujo de Qi (fuerza de vida) a través del cuerpo.

Toda la sangre de nuestros intestinos pasa por el hígado, cuyas 500 funciones bioquímicas conocidas lo hacen uno de los órganos más congestionados en nuestros días. Además de metabolizar grasas, carbohidratos y proteínas transformándolas en energía, descompone hormonas y biodisponibiliza vitaminas y minerales esenciales; una de sus principales funciones depurativas es filtrar y neutralizar residuos haciendo que moléculas toxicas sean solubles en agua para su correcta eliminación, desintoxicando nuestro organismo en fases de extrema sofisticación y precisión.

 

quela… ¿qué?

q u e l a c i ó n

Por suerte, las plantas están de nuestro lado. Con el despertar de emuntorios y capullos, la tierra reverdece con poderosos aliados de nuestro sistema depurativo. Plantas consideradas como amargas (como el diente de león y el cardo santo) o hierbas de uso tan cotidiano como el cilantro y el perejil muestran una fuerte afinidad con nuestro sistema metabólico.

Sus poderes para fomentar los procesos naturales de limpieza van más allá de una mejor digestión o de una disminución de procesos inflamatorios. Ante la exposición de metales pesados, se ha encontrado que algunas de estas plantas verdes y algas superpoderosas como la clorela tienen el potencial de promover procesos de quelación (en los cuales los agentes quelantes “magnetizan” metales pesados permitiendo que se disuelvan y puedan excretarse en la orina).

Pero sabemos que no existen “curas milagrosas” y que problemas complejos demandan soluciones multifactoriales: para volver al equilibrio y mejorar nuestra calidad de vida, debemos tomar un un enfoque holístico (que contemple nuestra conexión alma-cuerpo-mente, hábitos, estilo de vida, alimentación…) en vez de ir en busca de la “píldora mágica”.

Por más potente que sea, ningún programa de desintoxicación podrá deshacer, por sí solo, el impacto de años de malos hábitos; pequeñas acciones de todos los días, son el mejor camino para construir un bienestar creciente y sostenible.

 

detox cotidiano

* pequeñas grandes acciones para darle soporte a tu sistema natural de desintoxicación

  • limpia tu lengua diariamente (en ayunas, utiliza el raspa lenguas y, si aún no lo has probado, incorpora oil pulling en tu rutina)

  • comienza tu día con un vaso de agua tibia

  • date un espacio de 45-90 min. antes de tu primer café

  • utiliza recipientes de cobre para tu agua (antes de beberla, déjala reposar durante 8h. en la botella: evita utilizar el refrigerador y los cambios de temperatura, asegúrate de que la fuente es 100% confiable, ya que en algunas ocasiones se utiliza plomo para soldar el cobre, procura no tomar más de 2 vasos de agua activada por día)

  • come verde

  • come orgánico, local, estacional

  • come con presencia (antes del primer bocado, conecta con el momento presente, respira profundo y permítete sentir la gratitud de cada experiencia)

  • tómate tu tiempo y mastica bien lo que comes (masticar correctamente activa las hormonas digestivas que controlan las secreciones y la motilidad intestinal)

  • 
permite a tu metabolismo descansar por la noche: intenta que tu última comida fuerte no pase de las 18:00h.

  • activa tu sistema linfático con tapping, ejercicio de saltos e intervalos, automasaje y cepillado en seco

  • utiliza filtros de luz azul para tus dispositivos

  • apaga todas las pantallas y desconéctate al menos 45min. antes de la hora de dormir

  • haz practicas de earthing y grounding (como caminar descalzo o utilizando zapatos conductores)

  • duerme en un colchón conectado a tierra (puedes comenzar por un mat hecho de materiales conductores que permiten el libre flujo de electrones mientras descansamos)

  • date un espacio de 5-10 min. para meditar al día

 

Ante un constante bombardeo y acumulación paulatina de toxinas, debemos tomar medidas de constante limpieza, más que drásticas privaciones: no puedes esperar sacar la basura de todo un año en un solo día, lo mejor es irla separando, procesando y sacando periodicamente, y la primavera es el momento ideal para comenzar.

 

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